Arroz con bogavante

El viernes 18 de noviembre (de 2022) nos vimos las caras en torno al arroz con bogavante que dicen entusiasma al paladar de Dabiz Muñoz. No estaba mal, aunque nos pasamos con el vino, el pulpo y el milhojas, y al final salió carillo, pero un día es un día.

Esta vez no vamos a decir nombres, porque luego vienen los líos con la Ley Orgánica de Protección de Datos, sobre todo porque el centro de las conversaciones de este año fue la salud. Eso es así.

Tres operados de cadera tres: que si el quirófano, que si la operación, que si las enfermeras, que si las anestesias… Uno de ellos incluso presumiendo con las fotos de su prótesis en el móvil. Afortunadamente no saltamos de ahí a los implantes bucales o al estado de cada una de nuestras próstatas, pero el climax fue suficiente para que Daniel nos explicase con pelos y señales su particular visión de la cardiología: la suya es una cumbre del pensamiento biosanitario que afronta sin contemplaciones las propiedades curativas del alcohol, el tabaco, el sexo, el vandalismo, la meditación trascendental, las infracciones de tráfico y, sobre todo, la abstinencia de acudir a la consulta del cardiólogo. Debería publicar un libro con sus finos pensamientos.

Otra epidemia que nos acosa es la de la jubilación, pero no vamos a agotar aquí el tema porque si no, no venís a la próxima.

Hizo muy mal Jorge en no venir. Como no vengas a la siguiente, seguiremos hablando mal de ti con unanimidad.

En esta foto no salimos todos, pero se aprecia que lo del bogavante es cierto.