Muñiz convocó el otro día muy flamencamente a quien quisiera acudir al bar Alonso (Gabriel Lobo) a tomar cañas. Alguno avisó de que podía o no podía ir, y se subrayó que nada de avisos y confirmaciones, que el que fuera fuese, y que no, no fuese.
El relato de Muñiz es tan breve como contundente «A las 18,55 me personé en el Alonso. Bueno, en la puerta del Alonso, ya que estaba cerrado. No vino ni su padre. Yo sonreía a todos los que se acercaban al lugar, por si eran el camboyano o enviados secretos del Nicomedes, pero pasaban de largo como si tal cosa. A las 19,15 h. me hice foto testimonial y me fui a un Centro del Opus Dei, pero eso no viene a cuento»
Como ya saben los seguidores de los e-mails completos, aparecieron luego Peñacoba y Gallego, llamaron a Muñiz, y se tomaron una cañita rápida porque éste ya había quedado con otras personas.
Estas son las fotos.
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