Viernes 19 de diciembre de 2008 a las 14,00 h.

Gallego, Milán y Muñiz nos hemos visto esta tarde en el VIPS de Ortega y Gasset. David Pestaña también estaba avisado, pero no ha comparecido (hay que decir que no aseguró nada): se reserva para convocatorias más completas y/o tiene lío en casa. La foto esta´hecha con un móvil. Vale, las he hecho mejores.

Hemos estado cerca de ser expulsados del local por reír ruidosamente. Repasamos listas, en las que inexplicablemente habíamos omitido hasta el momento hechos tan relevantes como haber sido compañeros de Silva Cabaleiro, haber tenido de profesora de sociales en 7º a la Consuelo o haber dedicado abundantes viernes de nuestra infancia escolar a repasar la fábula de la raposa astuta.

Acordamos lo siguiente:

UNO: no volver a quedar en zona de Estacionamiento Regulado, especialmente si hay huelga.

DOS: convocar a todo el que se atreva a hacer este viaje por el túnel del tiempo para el viernes 19 de diciembre de 2008 a las 14,00 h, en la cantina del Ramiro, que no sabemos bien ni dónde está ahora ni quién la regenta -como siga Geni puede ser superior-, pero entendemos que será cuestión de llegar allí y preguntar. Si está abierta, bocadillos de mejillones a tutiplen. Si está cerrada, pues ya nos vamos desde allí a donde proceda.

TRES: Antonio nos enviará la lista para que intentemos localizar/convocar.

CUATRO: Antonio va a ir al Ramiro para hablar con el Egea -a mí me parece increíble que siga en activo, pero dice Antonio que lo está, y que en nuestra época debía ser muy joven porque estuvo a punto de participar en unas Olimpiadas, algo que me parece totalmente estratosférico- y pedirle: A) ayuda para encontrar listas de la época, B) enlace a nuestra convocatoria en la web del Ramiro y C) no me acuerdo (además, lo apunté todo en una servilleta de papel y me la debí dejar en el VIPS).

CINCO: Estoy casi seguro de que había un punto cinco.

Gallego y Muñiz

Soy José Enrique Muñiz García, nací en 1962, estudié desde 1968 a 1975 en el Colegio Nacional Ramiro de Maeztu. Luego hice más cosas, pero este blog no va de esas cosas, sino de lo que ocurrió entre 1968 y 1975.

Cada año, se encargaba de pilotar nuestro desasnamiento un maestro o una maestra. De tercero a sexto, nuestro profesor fue don Santiago Manrique, el Manrique.

En un blog que tengo, conté el otro día cómo me encontró y el cafelito que me tomé con Antonio Rodríguez Gallego, viejo compañero de aquellos tiempos. Llevábamos sin vernos unos 31 años.

Le dije que abriría un blog sobre esta materia (no domino las redes sociales y no he tenido buenas experiencias, sin embargo sé hacer blogs y llevaba tiempo buscando una buena excusa para hacer uno en wordpress), en el que pondría una foto de compañeros del cole que sabía que guardaba en algún sitio, en el que contaría nuestro encuentro y en el que expondría el propósito de reunir a todos los compañeros de aquella clase del Manrique para hacer algo, por ejemplo comer, en un momento concreto, por ejemplo las navidades de 2008.

¿Conseguiremos encontrarnos y reunirnos?

¿Lo haremos por cauces completamente ajenos a este blog?

A saber.

Antonio me envió unos días después el mensaje con el que termino esta primera entrada.

 

Durante el curso de un ataque de nostalgia, que a veces me invade, me metí en Google y comencé a escribir nombres de algunos de mis compañeros de colegio que en algún momento he recordado o que no he llegado a olvidar nunca.

 

Ayer, y gracias al azar, tuve uno de esos encuentros que podrían calificarse de entrañables, agradables y sorprendentes. Volví a ver, reír y hablar con Enrique Muñiz García, uno de mis compañeros del colegio después de casi 35 años de habernos perdido la pista.

 

Nos hemos propuesto quedar otro día y, junto a otro compañero más, José Milán Fitera, con el cual Enrique no ha perdido el contacto, desarrollar una idea que esbozamos la tarde de ayer en la cafetería de la Calle Bravo Murillo donde quedamos: INTENTAR QUE LOS EXALUMNOS DE D. SANTIAGO MANRIQUE, del Ramiro de Maeztu, nos volvamos a encontrar.

 

Sería agradable y curioso volver a vernos después de que haya trascurrido un buen puñado de años desde que:

 

         Doña María (1º), Doña Esperanza (2º), el Sr. Manrique (3º-6º), Eloy Solórzano Lancha/Consuelo (7º) y el Sr. Corral (8º) intentaron tallarnos con más o menos fortuna durante los 8 años que duró nuestra EGB.

         Tirábamos los chicles a la Chiclera cuando el Sr. Manrique nos pillaba mascando.

         Participábamos en las guerras de pelotillas defendiendo la estatua de la Virgen o atacando esa posición.

         Veíamos a la gruesa “Churrera” que nos deleitaba con sus manjares aceitosos en el recreo.

         El Sr. Manrique nos intentaba inculcar el concepto del ahorro mediante unas cartillas azules de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid negociando premios para el que más dinero ingresase cada año.

         Nos mandaban a la enfermería del internado para los exámenes médicos anuales.

         Devorábamos las pastillas de leche de burra y el palulú.

         Leíamos en clase las historias del libro “Corazón” de Edmundo de Amicis.

         Asaltábamos “la Cantina” con sus famosos bocatas de mejillones en vinagre.

         Montaban cada primavera “la polera” de la calle Serrano con sus magníficos polos de palo, pela y plátano.

         Golpeábamos el puño contra la palma de la otra mano en los penaltis del encerado para conseguir adelantar puestos en clase.

         Nos apuntábamos a las excursiones y jugábamos los enconados partidos de fútbol contra los alumnos de la clase de al lado.

         Asistíamos a las clases de gimnasia con el Sr. Egea.

         Alguien quemó el coche del Sr. Ayala (“El Botijo”) un SEAT 1.500 de color azul claro y techo negro.

         Íbamos a los partidos del Estudiantes en el Magariños.

         Cogíamos la línea 10 del autobús escolar, que conducía Manolo (el jefe de autobús era Parrilla) que me llevaba a casa cada día junto con mis hermanos.

         Salíamos al recreo a jugar a las canicas, a la palma, al clavo y al fútbol con 3.000 balones rozándonos la cabeza y siete porteros en una misma portería.

         Alucinábamos con Tilín, el limpia-cristales –gay-, que subido a una escalera movía su trasero en señal de cortejo.

         Oíamos entristecidos el sonido del disco de vinilo a través de los altavoces que nos invitaba a volver a las aulas.

 

 

 

 

Recuerdo algunos de aquellos nombres y pretendo que, si llegan a leer estas líneas, nos hagan saber qué ha sido de su vida y si participarían en un futuro, espero que próximo, del reencuentro de aquellos niños del Sr. Manrique (espero que me perdonen los que no recuerdo su nombre o apellidos completos):

 

Enrique Muñiz García (Localizado)

José Milán Fitera (Localizado)

David Pestaña Lagunas (Localizado)

Mario Rubio de Miguel (Localizado)

Julio Varela

Fernando Quesada Sanz

Manuel Ribero Rodríguez

Antonio Zotes Calabozo

Carlos Eguiluz Casanova

Gonzalo del Puerto Gil

Jaime Moreno Bustamante

Jesús Mª. Pérez Hoyos

Miguel Ángel Tomé

Antonio Sánchez León

Rodríguez Peñacoba

Carlos Nájera García Segovia

Álvarez Casas
Máximo

Miguel “Michael”

Ignacio Pando Echevarría

Enrique Sánchez Girón

David Pérez Barrios

Rodríguez Pérez

Juan Carlos Sanz Morales

Carlos García Tavares

Sota

Martín Irusta

Ramoneda

Polo Crivillé

Alberto Sidrach Decardona

Villa

Pedro Díaz García

Luis Oliver Malmierca (que se marchó a vivir a Portugal)

 

Y los fichajes extranjeros Noel (Nicaragüense) y el camboyano.

 

Después de tantos años no está mal recordar 32 de los aproximadamente 40 compañeros de toda una clase de finales de los 60- principios de los 70 en las instalaciones del Ramiro de Maeztu de la C/ Serrano 127.

 

Desconozco cuántos, cuándo y dónde nos volveremos a ver, pero espero y deseo que así sea. Hasta entonces os mando un abrazo muy fuerte a todos,

 

Antonio Rodríguez Gallego