Mesa reservada a nombre del Manrique

Bueno, tuvo lugar hoy la anunciada comida en Paulino. Impresionante resultado: anuncio de lo que podrá verse el 19 de diciembre.

Mucho me ha impresionado que Gonzalo del Puerto se haya atrevido con la siguiente «puesta» de nombres: Foto 1:
Carlos Nájera García-Segovia 
Jesús María Sanz Sacristán
Pepe Milán Fitera
Ignacio Pando Echevarría
Quique Sánchez Girón
Antonio Rodríguez Gallego
David Pestaña Lagunas
Ignacio Sanz Ruano
Alberto Sidrach de Cardona Ortín
Luis Antonio Zotes Calabozo
Mario Rubio de Miguel

Foto 2 
Quique Sánchez Girón
Antonio Rodríguez Gallego (Master of Toasts)
David pestaña Lagunas
Francisco Javier Núñez-Polo Clivillé
Ignacio Sanz Ruano

Tras varios e-mails abiertos y otros tantos cerrados. creo que sólo ha fallado en cuanto a Polo (que no es Polo sino el camboyano, que reconozco que no sólo no sé quién es, sino que además no sé si es un mote o un gentilicio normal y corriente).

1 comentario

  1. Amigos,

    la identificación de «Polo» es la única que me parecía dudosa. Recuerdo que Polo era rubio, creo que con un pelo fuerte y algo ondulado. El color no encajaba, pero el tinte capilar hace milagros mayores (una digresión más, al puro estilo Cebolleta: ¿recordáis la loción capilar que de pronto empezó a usar nuestro Manrique; un producto que le dejaba el pelo de un negro risible y unos reflejos morados que daba grima sufrirlos en la retina?- con ojillos de picardía, que gastaba según recuerdo para no tantas otras cosas, desmentía el milagro y el tinte, afirmando que todo se debía a ciertas aguas benéficas que él sabía). Volviendo a Polo, creo que la confusión no sólo se debe a las imprecisiones de mi recuerdo visual – aunque no he sabido identificarlo, el rostro me resulta de todos modos enormemente familiar – sino a que me pareció que la sonrisa de quien resulta ahora ser el Camboyano tenía que sonar como la super-característica risa bonachona y afectuosa de nuestro Polo (por favor, Polo, cuelga un MP3 con una carcajada bonachona y afectuosa para demostrarle a estos Sres. que si he perdido el juicio – porque la explicaión reconozco que se las trae – al menos no he perdido la memoria auditiva).

    Camboyano, aprovecho para pedirte que, si llegas a leer esto, me recuerdes por favor tu nombre de Pila y apellidos de Registro, que no recuerdo, y desveles así, de paso, el secreto de tu cierta, o fingida, o impuesta camboyanidad.

    Por lo demás, me alegra enormemente que el primer round con el tiempo haya sido tan beneficioso para la vieja guardia de la C que llevo aún como tatuaje único – eso sí: en una meninge. La verdad es que esta verbosidad que me ha cogido por sorpresa como un calmbre, a mí hombre taciturno y lacónico, es simple y pura envidia por no haber podido estar con vosotros en la muy famosa jornada del Paulino. Bien ya lo arreglaré el 19.12. Mientras tanto cuidáos.

    Un abrazo


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