El Moneo

Esta tarde me he topado en la puerta de la Iglesia del Espíritu Santo con el Sr. Moneo.

A nosotros nunca nos dio clase. Debió dar a alguno de mis hermanos. Sé que conocía a mis padres (aunque no se venía al Zoo con la familia). Le he saludado y ha correspondido al saludo, es decir «¿Qué tal, Señor Moneo? -Pues muy bien, señor Muñiz». Le he contado lo que estamos haciendo para buscar a todos los manriqueños. No sé si me ha entendido bien, pero ha añadido que en la época en la que viajaba mucho con el Estu -fue presidente muchos años-, por lejos que fuera, siempre se encontraba con alguien que le decía que había estudiado en el Ramiro. «Recuerdo concretamente tres chicos que me buscaron para saludarme en un hotel de Singapur». Me ha dicho que sigue viendo a veces a don Juan Sola. Yo le he dicho que nos íbamos a hacer unas fotos con mi móvil y mientras seguía hablando he disparado un dispositivo misterioso que hay en mi móvil mediante el cual un individuo oriental que va dentro del mismo hace diez fotos seguidas de lo que se ve por el objetivo.

La ciencia avanza a todo meter, amigos